Self-Portrait as a Fountain es el título de una performance que Bruce Nauman realizó en 1966 y que se convirtió en una de las obras más famosas del arte conceptual y del s XX.
Según fuentes, en esta pieza Nauman parodia la escultura tradicional donde se representa el desnudo masculino heroico en poses que enfatizan su masculinidad y como una metáfora de la fuente de la sabiduría y la fertilidad.
Autorretrato como fuente es una reinterpretación contrahistoriográfica del significado original de esa obra.
Muestro mi cuerpo trans (realizando la misma acción que Nauman) con la intención de repensar y ridiculizar la idea de la masculinidad como algo inherente al cuerpo de los hombres cis. La acción se lleva a cabo con el fluído de mi cuerpo que me/nos han enseñado a negar, ocultar o tener asco: la menstruación, fluído que muestra mi fertilidad, que forma parte de mí, mis ciclos, mi cuerpo y mi masculinidad.
Asimismo, esta reinterpret-acción me sirve de ritual, simbólicamente escupo mi menstruación ( -Yo como fuente-) a la historia del arte androcéntrica y heteropatriarcal que ha negado e invisibilizado discursos, deseos, cuerpos y sexualidades fuera de su heteronorma.
A la historia del arte de los hombres cis escrita por hombres cis donde “los grandes referentes de la historia del arte y sus obras” han sido grabadas a la fuerza en nuestras retinas a base de repetición año tras año, libro tras libro, violencia tras violencia.